MIS GRANDES Y MARAVILLOSOS MONÓLOGOS
Hola queridos amigos… Ya ha llegado la Navidad … En Noviembre… ¿Qué como lo he notado? Muy sencillo. Yo todo lo que descubro en España lo hago por mi amiga Margot. Hoy he ido a su casa, he tocado su timbre, ha abierto la puerta, y me he quedado ciega por un enorme rayo de luz. Ella ha salido y me ha dicho “Tiaaa, ¡estoy poniéndole las luces al árbol!”… En esa casa había más bombillas que en el alumbrado de la Feria de Sevilla. Claro, yo la he tenido que hacer ver de una manera sutil, para no herir sus sentimientos, que se estaba pasando: “Margot… hay dos transbordadores espaciales de la Nasa que creen que deben aterrizar en tu terraza, de toda la luz que sale…”. Así que entre las dos hemos quitado unas cuantas luces. 6 metros de cable y 325 bombillas, concretamente. Así que bienvenida sea la época navideña.
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Mi madre quiere que la agregue al Facebook, que se ha hecho uno. Mira, no sé que es peor, tener una madre clásica como las de siempre o una madre moderna. La madre clásica no da problemas, solo hace preguntas mientras cose. “¿Te has echado novio?” “¿Comes bien?” “¿No crees que así visten las putas?”… Sí, he dicho que preguntan, no he dicho que no se pasen. Sin embargo la madre moderna, como la mía, invade tu vida. Ella no pregunta, ve tu perfil de Tuenti. Ella no conoce a tus amigos, les envía mensajes privados en Twitter. Ella no crítica tu ropa… se la pone. Y eso es lo peor. Ver a tu madre con tu ropa es como ver Física o Química… o sea gente mayor vestidos de una edad que no es la suya. Pero bueno, así son las madres. Que no importa como sean, lo importante es que solo hay una, y es la tuya.
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Hola queridos amigos. Hoy estoy aquí
para advertiros. No dejéis que vuestros hijos vean los dibujos educativos por la mañana. No, no, en serio, de verdad. Esta mañana he podido sufrir en mis carnes uno de estos programas, y aún estoy intentando recuperar mi inteligencia. Estos programas básicamente consisten en muñecos gigantes de gomaespuma enseñándote cosas. Y para enseñarte tienen distintos métodos: La canción, que consiste en hacer una canción con todo. Da igual que hablen de una mochila o de la crisis económica, todo se puede explicar con una canción absurda. Y luego está la pregunta estúpida, que generalmente consiste en poner un dibujo gigante de una cosa justo detrás del muñeco de gomaespuma y preguntar “¿Dónde está la cosa?”. El dibujo de la cosa es tan grande que, da igual la edad que tengas, la única respuesta posible a esa pregunta es “Detrás de tu enorme cabeza de gomaespuma, IMBÉCIL”. De verdad queridos amigos, que los niños dejen de ver esos dibujos. Mejor que vean Keikorama.
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Hola amigos… Hoy os voy a hablar de una especie de aquí, española, que he descubierto hace poco. “El chapuzas”. El chapuzas, concretamente el que está arreglando mi casa, es un tipo con un aspecto muy peculiar: lleva un mono sucio, generalmente azul, una camiseta de tirantes blanca desde la que se le sobresale la pechera y un palillo en la boca. El que no lleva el palillo, según mi amiga Margot, es el obrero profesional. Para el chapuzas no hay obra difícil. Da igual que le pidas que te arregle un inodoro, que le pidas que te reforme toda la casa. Todo tarda una semana. Y además, tiene una labia impresionante. Diciéndote tres cosas consigue lo que quiere, que es lo que me ha pasado a mí. Le pedí que me tapara una fuga de un lavabo, y ahora me está alicatando el baño y forrando las paredes de la cocina con poliespan… Y yo no tengo cocina, como en Kioto todo lo cocinamos crudo. Y todo esto por 1500 euros. Bendita crisis.
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Buenas noches. He estado pensado y he llegado a una conclusión. En España las horas no son como las de Kioto. Para poneros un ejemplo, este mismo sábado llamé por teléfono a mi ff (friend forever) Margot y le dije: “Jo tía, tengo ganas de salir y conocer a alguien”. Y ella que es ultra-cool me dijo “Keiko tía, me visto, me maquillo y voy”. ¿Cuánto tiempo puede implicar eso? ¿30 minutos? Bueno claro, en Kioto maquillarse es algo superbreve, porque allí la gente es guapa de natural, pero mi amiga Margot tardó en recogerme casi 3 horas. Vamos que nada más que llegó le dije que había tardado lo mismo en maquillarse que Gallardón en soterrar la M 30. Lo que os digo, no entiendo vuestro huso horario. Será que en Kioto somos 1000 veces más eficientes.
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Buenas noches queridos amigos... ¡Qué difícil es ligar en España! Este finde mi amiga Margot y yo nos hemos ido a una discoteca y de pronto ella se ha convertido en el Dalai Lama del ligar en España. Me ha dicho de todo: que si no debía acercarme a nadie con un grupo de chicas cerca, porque ellas pensarán que soy una zorra, que si no debía bailar muy provocativamente, porque ellos pensarán que soy una zorra, que no hablara con varios chicos a la vez, que entonces pensarían que soy una zorra… Pero sobretodo me dijo: Bajo ningún concepto te acerques a nadie mucho más joven que tú, porque dejarán de pensar que eres una zorra y pensarán que eres la versión femenina de Sanchez Dragó. Claro a mi todo esto me volvió loca y le conté como era ligar en mi pequeño pueblecito de Japón. Tu allí sales a la calle, un chico te ve, al día siguiente su padre manda 50 cabezas de ganado a tu padre y te piden matrimonio. ¡¡Es mucho más sencillo!!. Yo recuerdo que había tanta gente que me pedía matrimonio que mi casa tenía más animales que el Faunia. ¡Qué duro es ser guapa!
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Buenas noches queridos amigos... Me he dado cuenta que el servicio de espionaje en Japón está obsoleto. Si si… En España tenéis algo mucho mejor… las vecinas… Una vecina es esa especie de servicio de inteligencia casero que tiene todo bloque. Lo sabe todo de ti… cuando entras, cuando sales, con quién, si te vas en coche, andando… ¡Y ADEMÁS TE LO DICE! “No es q el otro día estaba tendiendo yo la ropa y te vi llegar con tu amigo”… ¡PERO SI LLEGUÉ A LAS 4 DE LA MAÑANA ! ¿A qué hora pone usted la lavadora?... Aunque no todo es malo… luego hacen cosas para ayudarte, y poder saber más… “Si algún día no puedes, a mi no me cuesta nada pasar y regarte las plantas”… “Señora solo tengo un bonsái chiquitito”… “Pues con más razón, no vaya a ser que se sienta solo…” En fin, que no hay quien las pare. Yo he decidido ponerle una al chico que me gusta, para que me cuente… ¿Qué pasa? Una necesita recursos…
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Hola queridos amigos… Hoy os voy a hablar de las biblias femeninas. Las revistas. Y mira que hay revistas. Están esas que son para ser mejor mujer. Sí hombre, ya sabéis, esas revistas que te dan consejos para ser más alta, más guapa y más lista… bueno más lista no… pero lo de guapa es verdad. A mí me encantan porque tienen artículos súper interesantes. Por ejemplo, “Cómo quererte a ti misma en 10 pasos”… Desde que leí ese artículo me di cuenta que a mí me sobraban 7. Luego están las realmente importantes… las revistas de cotilleo… si, ya sabéis, las que protagoniza la baronesa Thyssen… En esas revistas pase lo que pase lo importante es que tengan un titular llamativo del tipo “Te contamos todos los secretos de la mujer que plancha la ropa de Ana Obregón”… Ahora no os riais, que todas sabemos que deseamos saber cómo es su vida… Sé lo que estáis pensando chicos, pero no, no somos cotillas, sino que nos gusta estar informadas… ¿No dicen que la información es poder?... Pues llamarnos poderosas…
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Hola queridos amigos… Hoy os vengo a hablar de la época del año que más nos gusta a las mujeres. Las rebajas. Las rebajas es ese momento del año en que yo me quito mis maravillosas ropas de marca, me pongo un chándal… divino, eso sí… y me voy al centro comercial más grande a luchar con otras mujeres por cosas que en realidad no queremos. Porque lo importante en las rebajas NUNCA es lo que compras, si no a cuantas mujeres se lo quitas de las manos. Es como dejar claro quién es la reina de la manada. Y queridos amigos, solo conozco a una reina, y soy yo. Yo creo que las mujeres lo hacemos como terapia, porque con esto de la crisis ya no hay quien vaya a un psicólogo, que tienen las sesiones a precios de viaje espacial. De hecho, yo llegue a España en época de rebajas, y aún recuerdo lo primero que aprendí a decir en perfecto castellano: ”Perdona, bonita… pero yo lo vi primero”… Supervivencia femenina lo llaman.
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